jueves, 21 de abril de 2011

Un paseo por la corte de jabba the hut

Anoche, luego de la triste derrota de colo colo, salí con una amiga desde plaza ñuñoa a bellavista para bailar un rato en el jumming, una disco así como rasta que es del agrado de esta chica.
yo nunca había ido y al principio (a eso de las 12 y media), como no había mucha gente me pareció un lugar agradable. Nos pusimos a bailar, pero estábamos estratégicamente cerca del baño y pasaba todo el rato gente cerca de nosotros. Fome, aunque eran chicas igual las que pasaban, de modo que uno podía recrear la vista, pero mi afán era más bien autista y la música -una especie de regeaton arragamufineado- era charcha.
Ahí fumamos un cañito que hicimos a medias con unos muchachos que aportaron lo café y nosotros lo verde. después nos fumamos otro que hice yo nomás. Esa parte fue entretenida y bailamos re bien mientras se llenaba la pista.
Luego aparecieron los personajes. Primero un señor en silla de ruedas eléctrica (de esas que se mueven con un joystick) y gorrito rasta, que se movía por la disco, mirando el trasero de las damas, haciendo como que baila y bolseando marihuana; una gorda amiga de mi amiga con no sé que cahuín imaginario que no quise entender y un gordo ceboso acompañado de su séquito. Mi amiga, que vio mi perplejidad al ver la actitud prepotente del gordo al circular por la pista, me dijo que ese gordo es el que mueve toda la hierba de esto.
Es Jabba de Hut, pensé inmediatamente, aunque por lo fuerte de la música tuve q repetirle tres veces el chiste a esta niña y una vez que entendió, explicarle que hablo de la masa gorda de la guerra de las galaxias, que vive en Naboo, planeta natal de los que caminan por el cielo y que murió a manos de la hermana melliza de Luke (en provocadora tenida de dos piezas).
Pero lo gracioso de esto no es Jabba sino la corte, el mono chico y alado que se ríe, la ternura y la pena del cuidador de la bestia cuando es liquidada por los aliados de la fuerza (que nos demuestra que por más horrible que sea un lugar, el cariño es capaz de infiltrar hasta los espacios más sórdidos), los mercenarios dispuestos a pelear a la primera provocación, las mujeres bellas y dispuestas y todo el mundo de apariencias que circula en las escenas que se dotan a si mismas de espacios de poder. La corte. Pasó en la Francia de Luis XVI, pasó en la volá Hardcore cuando era chico, ¿por qué no iba a ocurrir en el jumming?
Esa fue una de las primeras impresiones serías y ya la cosa pintaba mal. Al rato le dije a mi amiga que nos cambiáramos de lugar para bailar porque estabamos pegados al baño y a la pared y yo quería mirar algo más que un muro y gente pasando.
Nos movimos a un lugar más desocupado, pero que quedaba a un costado... del otro baño. saludamos a una manga de artistas que con sus atuendos exigían respeto. Este hijo de puta (de unos 35 años) no le ha trabajado un peso a nadie y viene a pedir mi respeto mirándome con sorna por venir con zapatos y camisa "como" si viniera saliendo de la pega. ¿qué saben estos raperitos de trabajo y de hardcore? me dio pena por su vida y por sus madres, pero no la suficiente como para decirles nada, que sigan con sus pobres vidas.
Cuando estábamos bailando ahí cerca del baño de hombres, mi amiga me dijo que en verdad a ella le cargaba esta música, pero que iba (bastante) porque se va en la volá bailando sola y que le convidan hierba, que aquí la hierba es libre (risas), que se pone ahí como en el medio, aunque ahoritas no iba allí porque está muy lleno. Insiste en lo de bailar sola, como si el mundo no existiera, cierra sus ojos y se pone a bailar. yo la quedo mirando sin entender mucho, unos dos minutos. Los artistas del respeto me miran y se ríen, comprendo que hago el ridículo y que no comprendo sus códigos. No conozco a nadie y voy a dar un paseo por la disco.
El paseo fue más bien breve, bastó una vuelta para constatar mi propio hastío y fui a buscar mis cosas. hago el gesto de la paz a mi amiga como signo de que me voy para que se quede bailando piola, está en lo suyo y yo estoy apestado, de modo que lo mejor es separar caminos, pienso.
ingenuo.
la chica en cuestión me da un abrazo y me pregunta que me pasa, que porque estoy enojado, le digo que no me enojo pero me incomoda la situación, que para estar solo tengo mi casa y que prefiero irme. ella me dice que la voy a dejar tirada y me río, porque resulta que conoce a casi todos en la fiesta, es como la anfitriona, podría decirse. da lo mismo si los conozco o no, replica sagaz, hoy día salimos juntos y eso es lo que vale, me dice mientras toma sus cosas y me acompaña hacia la puerta.

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