no se gana ni se pierde
y sus cambios
no resultan predecibles
somos mero presente y por eso,
con nuestros limitados medios
sin entender (por ejemplo) que
que la posibilidad reside en la medida
o que como ni el río ni el mar somos los mismos
si no sueltas puedes
amar de lejos a una persona que ya no existe
que es un poco más triste que amar en silencio a una desconocida
habría que
salir
porque aprender
tendría que ver con curar heridas
y dejar de ser quienes fuimos
para dar
y caer en la cuenta
y entender
que hay un pecado cotidiano en hacernos hombres
que esa hombría también es aprendida
y aún así gobierna los afectos que hemos construido
habría q aprender a amar de nuevo
y cuestionarse la necesidad de pedir un perdón inútil
para no estar en la culpa siempre y seguir,
pero nunca olvidar que también unx hizo daño