martes, 4 de diciembre de 2018

el poder de la poesía, por Hiram Larew, traducción (dudosa) por un servidor



Poetry doesn’t vote. It can’t rule. It sits on no juries. It signs nothing into law. It neither runs companies or organizes houses of worship. And, it never ever wins an Academy award or Olympic Gold Medal. Or, war. On all of these fronts that matter, poetry is powerless. And for that very reason, of course, it is incredibly powerful.

La poesía no vota, no puede gobernar. Tampoco se sienta en los jurados. Su firma significa nada ante la ley. Tampoco maneja compañías ni organiza cultos. Y, jamás nunca gana premios de la academia o medallas de oro. O guerras. En todos estos frentes, la poesía carece de poder. Y por esa gran razón, por supuesto, es increíblemente poderosa

Poetry is our grins, our anger, your life, my death. It’s the birds that stitch air. It’s the soul of night, the feast of day, and that ever present caution that’s careless. Poetry doesn’t decide. It doesn’t provide. If it answers at all, it does so with questions. And, to be honest, poetry doesn’t care; it cares as deeply as wells do, yes, but it never brings you water. It wants nothing from you except wanting – this is probably its most gifting power.

Poesía es nuestra sonrisa, nuestra rabia, tu vida, mi muerte. Son los pájaros zurciendo el aire. Es el alma de la noche, la fiesta del día, y esa precaución de ir siempre descuidados. La poesía no decide. No provee, y si al final de todo entrega una respuesta, lo hace con preguntas. Y para ser honestos, la poesía no importa; importa tanto como los pozos lo hacen, si, pero nunca te dará agua. No desea nada de ti, salvo mantenerte deseando – ese es probablemente su don.

And it soars, when allowed to, over just about anything else we can imagine. It’s not the clouds above so much, but our need for them. Said all at once, poetry is powerful for what it cannot be, and for the dreams it wants.

Y se dispara, cuando se le permite, justo sobre cualquier otra cosa que podamos imaginar, arriba de las nubes, arriba incluso de nuestra necesidad de ellas. Dice todo a la vez, la poesía es poderosa por lo que no puede ser y por los sueños que anhela.

If you should ever encounter a poem that makes you jump, ask yourself why. Most likely, the answer – if there is one – will be from so far-fully inside you that ancestors will wink.

Si alguna vez encuentras un poema que te haga saltar, preguntate por qué. De haber una respuesta, lo más probable es que se encuentre tan adentro de ti, que los ancestros te guiñaran un ojo.

Finally, poetry is really nowhere and so it’s just about everywhere around us. It lives in the corner of your eye. It watches everything from the side. Poetry is the best glancer of all. It also aches with whatever is gone. And, it cheers – even raves – for what may never be. All to say, thank goodness – and badness – for poetry, and for our never being completely sure how powerfully potent it really is.

Finalmente, la poesía en realidad no tiene lugar y está alrededor de todos nosotros. Vive en la esquina de tu ojo. Mira todo desde el lado. Poesía es la mejor de todas las miradas. También se duele con lo que se ha ido. Y alienta, incluso delira, por lo que nunca podrá ser. Todo por decir, gracias a la bondad, y la maldad, por la poesía, y por no estar nunca completamente seguros de cuán poderosa es.

martes, 6 de febrero de 2018

El azar no abolirá la desgracia
las burbujas son lo que son y no lo que uno quiere que sean
ni las buenas ni las malas lenguas
ni la angustia de lo dicho
ni el viejo chiste de repetir viejos chistes

el azar es lo que es y no lo que uno quiere que sea
las cosas son lo que son

el azar no abolirá la desgracia
la animalidad no abolirá la desgracia
el amor no lo hará

las burbujas
no

ya dije ya

no abolirá la desgracia
el hurto del primer beso con lengua
y sin ojos

la exclamación furibunda o serena

agregar o quitar sensaciones o experiencias
o recuerdos u olvidos
prójimos o léjimos
presencias o faltas

agregar lo que resta

señalar con señales de humo
que humo nos volvemo
entre tantas hojas
sumergidos
en llamas
galopando altos planos

señalar con señales sin celadas
de una pieza
nos quedamos