martes, 24 de abril de 2012

Judith Butler, sobre la resistencia

Imaginemos que estoy en la cárcel, aislada, en una posición que va en contra de mi voluntad. Queremos saber si hay algo intocable en el humano, que pueda escapar de este poder coercitivo que hace que yo no sea libre. La pregunta es: ¿cuáles son los recursos del sujeto que permiten resistir a una dominación total? En filosofía, se piensa tradicionalmente que sólo las técnicas de resistencia del sujeto le pertenecen, o que están “en él”. Eso es una suposición metafísica, y es un obstáculo para pensar el problema de la resistencia. Tal vez soy capaz de resistir, por los recursos lingüísticos que he recibido. En otras palabras, el lenguaje, el pensamiento, la poesía son los recursos que me forman, que me estructuran, y sin estos recursos culturales, yo no podría poner cualquiera de esas técnicas de resistencia para sobrevivir. La pregunta es: ¿es un Yo el que resiste o se trata de un agenciamiento —agency— de recursos a través del cual existe una resistencia? Algunos prisioneros de Guantánamo han escrito poemas para resistir. Cuando se leen sus poemas, vemos los trazos de su cultura poética que se han reunido para movilizarse contra el poder estatal. La pregunta básica sería: ¿cómo el agenciamiento de técnicas del sujeto hace posible la supervivencia? No tomemos el problema preguntando qué libertad le queda al sujeto, sino, más bien, ¿cómo la resistencia es posible? No se puede separar a los sujetos de las técnicas que les hacen sobrevivir, si les quitas estas técnicas no hay más supervivencia. La verdadera pregunta es: ¿bajo qué condiciones un Yo puede hablar?

Una de Banksy

"Hay personas que te están tocando los cojones a diario. Irrumpen en tu vida, te agreden gratuitamente y desaparecen. Se asoman desde lo alto de los edificios y te hacen sentir insignificante. Hacen comentarios desagradables desde los laterales de los autobuses dando a entender que no eres lo suficientemente sexy o que la diversión está siempre en otro sitio. Salen en la televisión y hacen que tu novia se sienta incómoda con su cuerpo. Tienen acceso a la más sofisticada tecnología que jamás se haya inventado y la utilizan para abusar. Son “los publicistas” y se están burlando de ti.

En cambio tú tienes prohibido tocarles. Las leyes sobre marcas, propiedad intelectual y derechos de autor dicen que los publicistas pueden decir lo que quieran donde quieran con total impunidad. Que les follen. Cualquier anuncio en un espacio público que no te da opción a verlo o no verlo te pertenece.

Es tuyo. Tienes derecho a cogerlo, transformarlo y reutilizarlo. Puedes hacer lo que quieras con él. Pedir permiso para hacerlo sería como pedir permiso para quedarte una piedra con la que te acaban de dar en la cabeza. No le debes nada a las empresas.

Menos que nada; y sobre todo, no les debes ninguna gentileza. Ellos te la deben. Han rehecho el mundo para ponerse delante de tus narices. Nunca te han pedido permiso; ni se te ocurra empezar a pedírselo a ellos".

Banksy