lunes, 30 de mayo de 2011

YO PERSIGO UNA FORMA...

(por Rubén Dario)

Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
el abrazo imposible de la Venus de Milo.

Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.

Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;

y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Señales de ruta

Salgo a eso de las ocho de la mañana a trotar por el barrio. Saliendo por La Marina cruzo Panamericana, luego por un pasaje junto a los gatos y por Pintor El Greco sigo hasta Salesianos.
Y-Society en el track. Salesianos al poniente y luego al parque André Jarlan.
Neblina, garúa. Junto al parque, que es un relleno sanitario, hay un peladero cuyo subsuelo también fue basurero. En el baldío varios caballos de feria trotan como yo por la mañana para espantar el frío y los malos sueños.
En el plan regulador de la comuna, el peladero aparece como Etapa 2. Va a quedar lindo cuando lo terminen, igual que el hospital que se levanta a pocas cuadras. Cuando esté listo, el sector tendrá locomoción, salud, comercio y calidad de vida.
En el baldío viven también en campamento los más pobres de este barrio. los sin dientes, los angustiados, los que no están en situación vulnerable o de riesgo simplemente porque les pasan cosas todos los días.
Son las ocho de la mañana, todo el mundo va al trabajo y yo trotando, como para espantar el frío. Cuando escucho las bocinas de los padres apurados que me miran atrapados en la mágica soledad del atasco, yo sonrío de soslayo.
(8) Quien va a traer pizzas a domicilio, si nadie nos oye cuando pedimos auxilio, eso conduce al delirio, miradas de vidrio y la justicia, jamás acaricia al que busca un alivio (8).
Es una alegría tremenda no ser papá. Dos vueltas van al parque que abre desde las diez. En ese sentido, es un parque amable, porque ni la gente de la mantención ni los guardias impiden la libre circulación de los trotantes prima hora. Harta neblina, los caballos de etapa 2 aparecen entre la bruma y hoy no se ve el centro de justicia.
Etapa 3 es el sitio eriazo que queda por el otro lado, justo al frente, por salesianos. El parque André Jarlan es una isla paradisíaca levantada sobre un relleno sanitario. Como Valparaíso, como la Isla Palmera de Emiratos Árabes. Ya no hace frío.
Siempre he creído que el parque debería llamarse Pierre Dubois en vez de André Jarlán, porque si bien el curita falleció producto de una bala militar en el contexto de una protesta nacional y su violenta represión, este se encontraba en su pieza rezando.
Dubois en cambio, era el que salía a la calle, el que retaba a los rorros y a los lauchas por armar las toletole, el que se acostaba en la calle frente a las tanquetas, para que los milicos no entraran a La Victoria, territorio liberado. Ese era el cura choro y por eso debería llevar su nombre el parque, así como La Feria pasó a llamarse Clotario Blest y Salesianos, Salvador Allende.
Ahora suena Quasimoto, termina la reflexión topográfica y salgo rumbo a la casa, no es cerca.
Paso junto a la municipalidad y ya hay gente en volá de trámites. De la muni es preciso decir que es horrible la estética muralista de la izquierda, una tradición que se rehúsa a incorporar nuevos principios a refrescar su fachada, a lavarse la cara, es una lengua muerta, una pieza de museo, de esos museos bien rancios y que nadie visita, un museo de la memoria en un país olvidado.
Por Allende cruzó de nuevo la pana y paso a ver al careloco, amigo querido y recordado que cae en cleta siempre con su paraguas de eter ni dad. Llegando a la plaza camino, cambio el track y luego elongo. (8) Somos piratas del ritmo (8).

jueves, 5 de mayo de 2011

de Carlos Droguett

Opino, pues, reiteradamente, que la literatura chilena, y en esto también me incluyo en la parte que me corresponda, es frívola, espiritualmente pequeña, irresponsable, no tiene garra, no tiene coraje, no tiene imaginación, profundidad ni estilo, vive de espaldas a la realidad chilena, no sólo la realidad histórica sino la realidad no escrita, desgraciadamente no escrita