miércoles, 25 de agosto de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

lo cierto



esto escucho mientras hago el turno en una sala de redacción vacía

miércoles, 18 de agosto de 2010

Comida Cruda

por Juan Santander

¿cómo me dí cuenta? Los platos vacíos, la sal y la pimienta en la mesa.
Imposible salir del vocabulario privado que construimos con ternura y terminó por destrozarnos.
Compartimos incluso la hinchazón de los ojos en los días de trabajo,
la maestría de maquillarse en el metro, la lluvia cayendo en los zapatos negros.
Cenas para traer y llevar, planes de vacaciones, silencios y peleas agendadas.

Todavía huimos al litoral central en los feriados religiosos.

Así me di cuenta. Por la esperanza puesta en los reproductores musicales,
por la triste convivencia con las cosas adquiridas.
Nada que no pueda arreglar un trocito de salmón sobre una bola de arroz,
un viaje a las importadoras, un helado de frutillas en el paseo Estado.
Yo fui quien te arrastró a las convenciones, yo estoy obsesionado con ellas.

Imagínate que nuestra historia avanza sin repetirse, como los árboles de un parque.

Tú tienes el corazón más grande y firme que yo, de eso también me he dado cuenta.

martes, 17 de agosto de 2010

violencia

son días muy tristes de frío camino y sólo
aplanar el asfalto, sin decir
tiro piedras, fumo más triste

el asesino se hace la victima: ¡necesitamos seguridad!

y vamos encerrando gente,
son días muy tristes de frío camino y solo

sin embargo de pensar en el encuentro con los amigos
nace este terco saludo libertario y cariñoso
con la vista nublada por las gotas entre el humo

santiago, 17 de agosto del año 200 de la infamia
libertad a los presos políticos
que explote la solidaridad

seguir con la vida, si no pasa nada, la vida normal, seguir

A Candelaria Cortés, en el centro de todo lo que importa

policía la norma, la casa, la familia la norma, cosquillas en la panza y los amigos, el encierro la norma y sólo fumo, cigarros norma y nada más fumo, y seguir por seguir, si no pasa nada la norma, policía la norma, la casa, la familia la norma, cosquillas en la panza y los amigos, avanzar pa' no morir, tranquilo, si no ha hecho nada del terror, nada negligencia la norma, nada estupidez, nada corrupción y el miedo de estar lejos.

Miro el centro de justicia desde el parque André Jarlan y los ojos se tornan vidrio tras el humo, las torres y el potrero en que pastan caballos de feria y circo en septiembre, mi niña, ni miedo ni esperanza, qué centro de justicia, qué museo de la memoria, qué hospital tautología, edificios monumentos que se burlan porque no hay salud, justicia, ni memoria.

domingo, 15 de agosto de 2010

la vida es sueño

Yo
sería bacan q ser poeta fuera como ser futbolista
y salir con modelos casquivanas y bonitas
y tener autos caros
y escribir sentidos poemas
para leer en estadios semi vacíos
los seguidores de saavedra le tirarían camotes a los de paredes
y la gente viajara de una ciudad a otra para ver tu presentación del findesemana
18:48Manuel
con tus groupies poh
tus roadies
18:48Yo
claro
18:48Manuel
con todos los excesos del rock & roll
18:48Yo
concentrado en un hotel desde el día anterior
no po
sin excesos
si es profesionalismo la wea
hay quienes comentan si
q son buenos pal webeo los poetas
18:50Manuel
el profesionalismo dura hasta el momento en que lees poh
18:50Yo
pero las malas lenguas no merecen besos
18:50Manuel
despues es el puro delirio

martes, 10 de agosto de 2010

Cáncer

¿Para qué hacer gala de un cinismo que no es suyo? Nadie le pide que ande "con el corazón en bandolera" como cantaba Adamo, pero tampoco exagere su rudeza. Así no saldrá tan dañado en la guerra de los sexos. Números 13 y 27

lunes, 9 de agosto de 2010

30 días

30 días en huelga de hambre cumplen hoy los presos políticos mapuche en
Chile, exigiendo la derogación de la ley antiterrorista y el fin de los
testigos protegidos
,

desde esta tribuna, exigimos la inmediata liberación de todos los presos políticos chilenos y mapuche

viernes, 6 de agosto de 2010

Elefante


edificar una ruina, como quien dice, para que quede huella del bosquejo de utopía al carbón, dibujada en un roneo a la interperie.

vidas bajos costos mimeógrafo-escriben vuelta a vuelta lo precario en talleres clandestinos, artesanos curan hilos más delgados, bisturís juntan ceniza la existencia en el baldío

Snob 28 - Marcelo Montecinos



Entretenida conversación con Marcelo Montecinos, editor de la calabaza del diablo, que lleva más de 10 años publicando libros y revistas. Poesías, cuentos y novelas desfilan entre recetarios de imprenta, anécdotas, cahuines y buena música.

Snob, porque los libros están muy caros

jueves, 5 de agosto de 2010

rompiendo burbujas

bien, osea bien haciendo cosas entretenidas en vez de buscar práctica, tu sabes, la evasión y esos tópicos: aparecer en el mundo, recuperar amigos botados y evitarse odios.
A propósito de los amigos de antaño, esta mañana pensaba en la canción Escoria Humana, un clásico bolero cuyo único registro en youtube está a cargo de las legendarias hermanas Padilla.
Esta canción la escuchó Roberto Parra y la puso en La Negra Ester.
Nosotros la escuchábamos, pero en una versión más corta y en una casetera, pero interpretada por henriquez y cute aste.
Al principio, para mi era muestra irrefutable de hipismo oír esas canciones, pero con el tiempo fueron entrando en mi mollera, con ternura, pese a lo agrio de las letras.
En esa época oíamos hartos casettes y cd's hoy muy rayados: resonancia, damas gratis, pibes chorros, polla records, siniestro total, redolés, fiskales, yerba brava, el compac de la garra, y un sin fin de grandes exitos. Eramos re poooobres y andábamos mega callejeando épicas jornadas con amigos y demás actores de reparto que completaban el circulo negro, exigiendo cuidado al pisar la acera, con cuidado que la vida es traicionera.

Fueron lindos años, y aunque pasaron cosas también brígidas, creo que es mejor acordarse de lo otro, como esa vez que estábamos en la playa y llovía y llovía y estábamos en en una carpa mojaaaaaados, y ya todo daba un poco lo mismo y fuimos a comprar más vino corriendo, porque ya nada importaba, y corrimos como 3 kilometros, hasta caernos, sin importancia, para después volver caminando, cagados de frío y comprar el vino.
Entonces nos detuvimos en una chocolatería que había y fuimos a mirar los alfajores, todos mojados, apoyando las manitas en el vidrio.
igual fue una tontera lo de la lluvia porque nos enfermamos, y como éramos pobres, hubo que sanarse rapidito nomás, para seguir el viaje.

A veces jugábamos a que ella era mi hija, y siempre decíamos "somos solitos los dos".

hay un verso de Santander que habla de los lenguajes en las parejas, ¿cómo era? ah, ¿cómo me dí cuenta? los platos vacíos, la sal y la pimienta en la mesa. Imposible salir del vocabulario privado que construimos con ternura y terminó por destrozarnos y así seguía un poco sobre la pena de perder cosas tan lindas, complicidades que se construyen de a dos, siempre pienso en eso.
Ella ahora es profe de liceo, pero está tan lejos.
A veces me manda unos correos con determinadas palabras que me desarman, pero yo trato de no hacerle eso, porque es como típico de cuando uno anda achacado recurrir al pasado, como para confirmarse uno mismo de que es posible ser feliz y sonreír optimista frente a la vida(?).

igual a veces le mando mensajes de partes de cuentos que leímos juntos y en voz alta, como eso de Ni Nunca, o cosas así, más como de lindura que de nostalgia.
Suena la sirena y muchos no volvieron de ese recuerdo. A veces pienso que los recuerdos habitan en burbujas más o menos nítidas que se alojan en mi cerebro, en un cuartito entre muchas nubes. A veces quisiera entrar a esa recámara y reventar las burbujas más borrosas, para revivir los episodios ya borrados, aún al precio de perderlos.

lunes, 2 de agosto de 2010

La canción del croupier del Mississipi

Por Leopoldo Maria Panero

«Fifteen men on the Dead Man's Chest.
Yahoo! And a bottle of rum!»

Canción pirata

Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existe en nadie esa cosa que llaman corazón
sino quizá en el alcohol, en esa
sangre que yo bebo y que es la sangre de Cristo,
la única sangre en este mundo que no existe
que es como el mal programado, o
como fábrica de vida o un sastre
que ha olvidado quién es y sigue viviendo, o
quizá el reloj y las horas pasan.
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto, este
absurdo que delatan mis ojos,
este delirio en Veracruz, y que este
país es cierto este lugar parecido al Infierno,
que llaman España, he oído
a los muertos que el Infierno
es mejor que esto y se parece más.
Me digo que soy Pessoa, como Pessoa era Álvaro de Campos,
me digo que estar borracho es no estarlo
toda la vida, es
estar borracho de vida y no de muerte,
es una sangre distinta de esa otra
espesa que se cuela por los tejados y por las paredes
y los agujeros de la vida.
Y es que no hay otra comunión
ni otro espasmo que este del vino
y ningún otro sexo ni mujer
que el vaso de alcohol besándome los labios
que este vaso de alcohol que llevo en el
cerebro, en los pies, en la sangre.
Que este vaso de vino oscuro o blanco,
de ginebra o de ron o lo que sea
—ginebra y cerveza, por ejemplo—
que es como la infancia, y no es
huida, ni evasión, ni sueño
sino la única vida real y todo lo posible
y agarro de nuevo la copa como el cuello de la vida y cuento
a algún ser que es probable que esté
ahí la vida de los dioses
y unos días soy Caín, y otros
un jugador de poker que bebe whisky perfectamente y otros
un cazador de dotes que por otra parte he sido
pero lo mío es como en «Dulce pájaro de juventud»
un cazador de dotes hermoso y alcohólico, y otros días,
un asesino tímido y psicótico, y otros
alguien que ha muerto quién sabe hace cuánto,
en qué ciudad, entre marineros ebrios. Algunos me
recuerdan, dicen
con la copa en la mano, hablando mucho,
hablando para poder existir de que
no hay nada mejor que decirse
a sí mismo una proposición de Wittgenstein mientras sube
la marea del vino en la sangre y el alma.
O bien alguien perdido en las galerías del espejo
buscando a su Novia. Y otras veces
soy Abel que tiene un plan perfecto
para rescatar la vida y restaurar a los hombres
y también a veces lloro por no ser un esclavo
negro en el sur, llorando
entre las plantaciones!
Es tan bella la ruina, tan profunda
sé todos sus colores y es
como una sinfonía la música del acabamiento,
como música que tocan en el más allá,
y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol,
tengo sangre en los ojos de borracho
y el alma invadida de sangre como de una vomitona,
y vomito el alma por las mañanas,
después de pasar toda la noche jurando
frente a una muñeca de goma que existe Dios.
Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchas de vino
tinto y sangre «Le livre des masques» de Rémy de Gourmont
caerse húmedo babeante y tonto y
derrumbarse como un árbol ante los farolillos
de esta verbena cultural. Escribir en España es tener
hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya
no justifica nada ni nadie, ninguna sombra
de las que allí había al principio.
Y decir al morir, cuando tenga
ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros y a los lobos en la calle y
acechando en las esquinas
«Fifteen men on the Dead Man's Chest
Yahoo! And a bottle of rum!»



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el vinculo entre el tema de sfdk y el poema de Panero es evidente. Es bacan que existan estos diálogos entre disciplinas disque distintas, aunque para mi son una misma cosa: arte de lenguaje, rimas sobre ritmos.

gracias a @marioguajardo