jueves, 26 de julio de 2007

A Falta de Chispa.

Hace tiempo que no queda nada que hacer, nada como salir del pellejo reseco y malholiente, con los dientes chuecos llenos de moscas, para aburrirse mortalmente sucio y hacia ti; la distancia que apaga la aurora es complice de la rendija por la que se cuela la madrugada. Salir, salir de esto, salir de que, adonde... afuera, a fracasar por último, al menos intentarlo, dar pelea; es más que quedarse cargando con la existencia a la sombra del bonsai, como siempre, o planear grandes proyectos para siempre sin realizar, (¿poner pastito? chh, va a quedar precioso), o transcurrir como un domingo feriado y con nubes. Prender todas las luces para evitar la soledad, para no estar solo, apagarlas de a una y correr por la casa en busca de los enanitos que huyeron al bosque, aterido, desvelarse a tientas y compartir las cosas caras, tocar fondo y no nadar (en el mar que es el morir), o volar, o caer, o de-caer en para aguas, no en para caídas como la alta sor, de a poquito, a eternidades, y re-caer e insistir en lo del boxeador literario y el critico federado, que se lamentan en medio del gas; aunque esta vez, de seguro, no habrá explosión alguna, ni enfermedad a falta de vacuna.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuándo? ¿cuándo de nuevo podremos volver a caminar, empezar a entendernos, comenzar fuera de lo que es neutro?
Porque da lo mismo lo neutro, nada es neutro.
Tú me entiendes

Quiero ser luz

¿Te acuerdas del teleférico del San Cristobál? Todavía estoy ahí contigo en medio de la selva.

Anónimo dijo...

Se entiende, pero ya es tarde. Se agradece el cariño y la buena onda. Lo demas, como dicen, es literatura.