lunes, 3 de septiembre de 2007

la mujer del rico



Entonces subió a la cuneta un automóvil negro nuevo con placa calipso. Bajó de él un hombre, un hombre rico se notaba. Enseguida apareció esa mujer, era una belleza. Llevaba una piel plateada la muy zorra. Cruzó como una melodía la vereda, pisó la alfombra y con ello la escalera por la que se perdió hacia el edificio de la Unión.
-Quién pudiera estar un rato con ella, su día y una noche con ella, un sueño.
Seguí esperando mientras desaparecía y ese perfume femenino se impregnó en el aire húmedo de mis bragas.

2 comentarios:

.gbrl dijo...

ña, interesante el lugar este, quisiera tener algo particular para decir acerca de este texto, pero las ideas se me secan rapido y solo queda aclarar que me gusto y eso. nada mas.

Anónimo dijo...

que bueno.
donde fue?