miércoles, 3 de agosto de 2016

Amanece
 y todos en la ciudad
quisieran cambiar de cama

Amanece y el eter va liviano,
desde luego, el instante es preciso,
Pa recordar el mundo tal como se hizo
Sin las ventas ni problemas humanos

Porque el humano a su paso olvida
que no nació pa hacer mandados
Y pa dejar de ser esclavo
Hay que buscar toda la vida

Hay que vivir sin lamentarlo
e ir atenti a las cuitas, a los días
Porque estando acostado en la vía
nada asegura que estaré aquí para contarlo

Los trabajos y los días,
Las horas y sus cimientes
Hacen mella en el que siente
El tiempo y la lejanía

Una sonrisa saludó la mañana
cuando apareció el bosque en sus contornos
y la palabra que madura y crece en el horno
Basta como la luz atrás de la montaña

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