miércoles, 10 de septiembre de 2014

mientras ordenaba tus cosas,
 
encontré en el bolso unas flores, 
ya marchitas, 
que para ti había cortado
golondrinas, gorriones, colibríes, dos aguiluchos, torcazas, zorzales
y una explosión de brotes y botones

solo tu no viniste hoy al jardín

hoy soy el gigante
que expulsó la primavera

y luego llora

viernes, 5 de septiembre de 2014

luna, cúmulos y cirros
está nítido santiago
la tierra huele
tras el agua

miércoles, 27 de agosto de 2014

aplausómetro

y que así como el estado es el golpe,

el ruido el mensaje convulsionado por el mapa
con y sin embargo,
el territorio

re volver

y como no cantarle las mismas canciones
si cada vez
el amor
va y vuelve
el mismo amor
vuelve
aunque dice que no

vuelve a casa 
vuelve compañera

como todo lo que sube

como la espumita
los neumáticos, los volcanes,
los precios, las canciones

vibra sidra,
rayas donde vayas
calla y libra

cuantas cosas se dirán

pero no
los buenos momentos

esos no hay que incinerarlos,
corazones, artificios
oie no
esa maña de hacer fuego
controlado y doméstico

no vuelvas
con la leña permitida
camina conmigo
y no vuelvas
con palitos ya quemados de antemano

caída leve

el sueño de la vida propia
al tiro una relajación en el cuerpo

y después como en la mente también un relajo,
y esa sensación de caída leve
y para contarte,
disectar en palabras lo que pertenece a las tripas
disertar en soplidos lo que habita en el viento

no hacer del camino una autopista

ingeniarse un universo
para habitar
con las raíces bien puestas

no ser bueno con los rencores

relajar el cuerpo para el frío y los malos ratos
porque de la tensión y el frío nacen los traumas
somos los multiversos
de agua mineral que somos

caminando descalzos en el polvo

(en tu proa mi nombre va)

tu pirata soy yo,
me cantaba
la rubia de la cuarta fila

antes de emprender el viaje 

pero el tesoro estaba maldito
y hoy su fantasma
me llena la memoria

(quizás fuimos dos locos incurables,
dos chispas en la oscuridad de la cintura de tus playas)

tu pirata soy yo, me dijo un día
y flotando río abajo
repetía soy yo
tu libertad
tu corazón
mi mar
tu pirata soy yo

para entrar en tu corazón

lazo y oxicorte,
saturación por gas
alucinaje
- ¿y uno se acostumbra a que esté muerto su papi?
- ... sí... más o menos rápido, de hecho...
- osea, ¿se olvida?
- todo lo contrario, te acuerdas todos los días, varias veces, como si te acompañara, al principio en el olor de la ropa que aun está ahí, o en el puesto menos en la mesa, con los años las cosas materiales se difuminan, pero no se va ni se olvida...

lunes, 7 de julio de 2014

buscando en el polvo

CLAUDIO.–– Y ahora, mi querido Hamlet, sobrino e hijo mío....
HAMLET.– ( Molesto, aparte ) algo más que pariente y menos que amigo
CLAUDIO.– ¿Por qué esa tristeza? ¿Qué nubarrones ensombrecen tu rostro?
HAMLET.– No es eso, señor; es que paso demasiado tiempo expuesto al sol.

GERTRUDIS.– Querido Hamlet, desecha ese melancólico humor. No sigas cabizbajo buscando a tu padre en el polvo. Ya sabes que es ley natural que todo lo que vive ha de morir, pasan do de aquí... a la eternidad.
"Las palabras son un plástico material con el que puede emprenderse toda clase de cosas. Hay palabras que en ciertas acepciones han perdido su significado, del que todavía gozan en otro contexto. En un chiste se rebuscan justamente aquellas circunstancias en que las palabras descoloridas vuelven a recibir su significado pleno: '¿como anda?', preguntó el ciego al paralítico. 'Como usted ve', respondió este al ciego".

(Sigmund Freud -casi- en "El chiste y su relación con lo inconsciente")

miércoles, 2 de julio de 2014

La canción desesperada - Neruda

EMERGE tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
de pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.

Es la hora de partir. Oh abandonado!