Mañas, mañanas y montañas;
raspa el humo, el cuello, la camisa
almidonada que secaste
en la cornisa pasa lento la semana
Mañas, mañanas y montañas
no te olvides la ceniza que extraviaste
en la repisa, la sonrisa
que labraste, enredando telarañas
Mañas, mañanas y montañas,
hace tripas, corazones, revoltijos,
edredones, imposibles acertijos
lanza ante los vidrios que empaña
Mañas, mañanas y montañas
enciende y conecta previo al alba
es sincero, corta malvas y comprende
el sentido de enfrentarse a las guadañas
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