CLAUDIO.–– Y ahora, mi querido
Hamlet, sobrino e hijo mío....
HAMLET.– (
Molesto, aparte
) algo más que pariente y menos que amigo
CLAUDIO.– ¿Por qué esa tristeza? ¿Qué nubarrones ensombrecen tu rostro?
HAMLET.– No es eso, señor; es que paso
demasiado tiempo expuesto al sol.
GERTRUDIS.– Querido Hamlet, desecha ese
melancólico humor. No sigas cabizbajo
buscando a tu padre en el polvo. Ya sabes que es ley natural que todo lo que
vive ha de morir, pasan
do de aquí... a la eternidad.
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