domingo, 14 de marzo de 2010

PESCADORES DE NOCHES SIN VIENTO (y mares sin oleaje )



A Paulo Cuello, en Talcahuano

En caletas deshabitadas de una soledad activa,
como si en ella se estuviese haciendo algo secreto,
y que sólo saben las garzas y
una gaviota cocinera de un pilpil que parece sollozar,
una perdiz de mar con su doliente grito,

bandadas de queltehues protestan
cuando nadie habla,
¡se pasó la liebre!,
y ahora nadie sabe de zorzales tordos,
ni de lloicas incendiadas por taciturnas.

desde lo alto de las colinas el mar parece más grande,
desde abajo, más reducido, se observa como reculando.

No hay comentarios: